¡Hola un libro más en el
blog!Antes de empezar he de reconocer que me tengo que poner con el
blog que tengo demasiadas reseñas pendientes pero no me da la vida
para todo lo que tengo pendiente, de verdad, esto no es sano...
Título: Kokoro
Título original: こゝろ (lo curioso es que no quieran traducir el título del japonés porque kokoro a parte del corazón se supone que tiene una concepción mucho más profunda, aún así creo yo que un subtitulo no hubiera estado mal, no sé, es curioso aunque con lo usada que está la palabra hoy en día supongo que hay mucha gente que la conoce...)
Autor/a: Natsume Soseki
Otros libros del autor/a: Botchan, Soy un gato
Páginas: 336
Formato original: libro
Título original: こゝろ (lo curioso es que no quieran traducir el título del japonés porque kokoro a parte del corazón se supone que tiene una concepción mucho más profunda, aún así creo yo que un subtitulo no hubiera estado mal, no sé, es curioso aunque con lo usada que está la palabra hoy en día supongo que hay mucha gente que la conoce...)
Autor/a: Natsume Soseki
Otros libros del autor/a: Botchan, Soy un gato
Páginas: 336
Formato original: libro
Año: 1914
Adaptaciones: mangas, anime, películas
Adaptaciones: mangas, anime, películas
Te
gustará si: tienes interés en la literatura japonesa, te gusta la
novela psicológica, tienes interés en obras cortas basadas en los
conflictos internos de los personajes.
Ni
lo intentes si: quieres una novela llena de acción o te apetece algo
más largo, no te apetece algo con melancolía y drama.
Sinopsis
Kokoro, la obra maestra de Soseki, es la recreación
penetrante y desgarradora de la complejidad moral existente en las
relaciones humanas donde hay tanto que queda sin decirse, incluso en
los ámbitos más íntimos. En este sentido, los silencios de la
obra, más elocuentes que las palabras, y las alusiones indirectas,
sirven de puente al corazón de las cosas y de las personas. Un
corazón observado tanto desde la especial perspectiva de la cultura
japonesa, como desde la condición humana en general.
La obra cumbre del ganador del Premio de los Libreros de Cataluña
2008. Kokoro es de obligada lectura en la escuela secundaria
en Japón, es considerado el Quijote japonés. Kokoro,
que quiere decir “corazón”, es una lectura sobre el amor y la
vida que se hace inolvidable por su sobria y poética intensidad. (de
la edición de Gredos)
Opinión
En este caso os traigo esta novela que he leído por el club Pickwick
una iniciativa donde se decide leer un clásico durante un mes y
comentarlo al mes siguiente, donde participo pasivamente mirando que
dice la gente sobre los libros y es bastante interesante, aunque
dicho así parece que sea una acosadora no me juzguéis por ello (os
dejo enlace). En este caso en concreto me pareció la excusa perfecta
para seguir adentrándome en la literatura japonesa, me sonaba mucho
el autor y la obra pero lo cierto es que no tenía ni idea de que
iba, qué tipo de obra era o en fin, cualquier cosa mínimamente
interesante. La cuestión es que sin saber nada me he adentrado en el
libro y no ha estado mal creo que es una obra que vale la pena y que
realmente tampoco presenta mucha dificultad en la lectura pero a la
vez me parece que no he acabado de llegar a captar del todo algo, que
no he acabado de disfrutar tanto como esperaba. Me daba la sensación
de que había una capa muy fina que impedía que acabara de llegar
del todo lo que sucedía. Quiero decir, el libro no se recrea en el
drama y tiene cierta gracia al ser dramático pero no caer en la
exageración y serlo de una forma natural, mi problema es que el
estilo me repelía en algunos momentos pero en otros le cogía el
gusto. Y de nuevo, no es que no me haya gustado la obra, pero a la
vez era como si me faltaran palabras para terminar de poder
adentrarme en lo que me estaba contando. Sin embargo esto es problema
mío que parece que me es mucho más fácil disfrutar de una obra
extensa y que tenga ganas de enrollarse que en una que opte por decir
sólo lo necesario como se supone que hace esta. De hecho, este
estilo puede que haya sido lo que me haya chocado más y no me haya
terminado de convencer del todo, pero repito, más por mi culpa que
por el libro en sí. En cualquier caso antes de entrar en materia si
tienes el mínimo interés en la novela leela, se deja leer muy
rápido y es un retrato psicológico interesante con unas tensiones
de un momento histórico bastante interesantes.
Quizás una de las cosas que más me ha gustado de la novela es como
tematiza la idea de que el contacto con occidente ha cambiado algo en
las generaciones más jóvenes que la gente que ha vivido en Japón
anterior se le escapa y nota que el futuro y la adaptación al
momento será algo que ya no podrán vivir. En este sentido es muy
clara la contraposición de modelos que encontramos entre Sensei y el
padre del chico, con los que se relaciona durante dos largas partes
por separado haciendo más obvia la relación, pero sin embargo, como
decía antes, el mundo que parece estar desapareciendo ante sí los
une en un acto simbólico, el evento histórico que afecta a ambos
personajes y que para el protagonista queda lejano e incomprensible,
el último reducto de una época que está desapareciendo. Este acto
es precisamente de gran relevancia como muestra de unos valores que
ya no tienen sentido en el mundo que representa, anacrónicos, casi
fuera de lugar y que entran en contradicción con una palabra que
parece trastocar completamente los personajes de las antiguas
generaciones, el egoísmo.
Estoy segura de que es muy simplista decir que estos personajes
tienen una individualidad poco definida y que precisamente se ven
confrontados con una individualidad muy marcada en este contacto del
que os hablo y aún lo es más si lo traspasamos directamente a una
representación directa de un contexto real histórico. Sobre todo
por las connotaciones de superioridad que da a occidente que,
sinceramente, creo que son más una manera de contar la historia con
una ideología muy marcada. Aunque creo que debería quedar claro que
no tengo ni idea y la introducción de mi edición se cansaba de
decir que la literatura japonesa anterior se había quedado
estancada, y aunque no niego el impacto del aislamiento del país,
desde mi desconocimiento del tema, dejadme dudarlo. Sin embargo, sí
creo que la novela muestra un contacto con una ideología muy
diferente que entra en conflicto con la que tienen los personajes,
más allá de la realidad histórica. A excepción quizás del
protagonista que a menudo se siente incomprendido por estas figuras
representantes del pasado. Porque si bien he leído varias veces que
los silencios son casi tan importante como los diálogos, y aunque
suene ya a tópico coincido con la idea, para mí la novela se
compone además de conversaciones unidireccionales.
Sobre todo recuerdo la relación con Sensei que tiene el protagonista
y como en sus diálogos a menudo ambos quieren tomar caminos
diferentes en el diálogo, el protagonista quiere obtener una
información que el sensei le niega, se frustra con su manera de
eludirlo y, a veces, parece imposible que conecten cuando hablan y
lleguen a entenderse, aunque no deje de intentarlo el protagonista.
Algo parecido pero unido a la diferencia entre la cultura y la vida
de campo pasa con la relación que tiene el protagonista con su
padre. También parece que no haya manera de comprenderse y que haya
incluso un lenguaje diferente, o al menos que las palabras no acaben
de conseguir transmitir la idea que quería el emisor. Quizá sea
exagerado hablar en estos términos, no digo que no, sobre todo
teniendo en cuenta que no había quedado del todo convencida con el
estilo de la novela pero lo cierto es que reflexionando no puedo
evitar ver sus méritos en este sentido.
De hecho, la coincidencia entre ciertos eventos relacionados con
Sensei y su padre (además de la influencia del hecho histórico en
los dos) no deja de estar dotada de una carga dramática muy
sugerente. Y el formato en el que el protagonista acaba por conocer a
Sensei plenamente también da más peso a la idea de la comunicación
unilateral que decía antes, supongo.
Centrándonos en el pasado de sensei creo que me gustaría hablaros
del conflicto de K. Creo que esto será difícil hacerlo sin spoilers
pero lo intentaré, la cuestión en este caso es que mi cerebro ha
acabado asociando al personaje con uno de la novela que recientemente
he leído, La novela de Genji. Es probable que mi mente haya
hecho una asociación banal por el simple hecho de ser dos personajes
de literatura japonesa, no lo niego, pero para mí el conflicto entre
la religiosidad y la pasión, que tampoco es un tema exclusivo pero
supongo que en la forma en que se presenta si se parecen en algo, me
recuerdan la una a la otra. En cualquier caso, lo cierto es que la
resolución del conflicto, por decirlo de alguna manera, es quizá
consecuencia de esta forma de ver la realidad que impacta con la del
presente del protagonista, y de hecho, también los sentimientos del
sensei podrían ligar-se a este choque inevitable en cierta manera. Y
me explicaría más en este punto si encontrara relevante la
explicación que podría dar al respecto pero me permitiréis que
cambié de tema y ignorad todo esto.
Como ya decía antes el estilo de la novela opta por cierta sencillez
y a no enrollarse mucho en lo que cuenta. Sinceramente me cuesta como
regla general entrar en obras más cortas y que no tienen tendencia a
recrearse en lo que ocurrió y precisamente por eso me ha costado
acabar de adentrarme en ella. Sin embargo, como también decía antes
creo que a medida que voy pensando en la novela voy encontrándole
cierta gracia a como está escrita.
Quizá a riesgo de decir algo que no debería decir dejadme decir una
evidencia que me duele, en el libro sólo tienen relevancia los
hombres. Es más se cansa de decir que las mujeres son seres simples
que no entienden nada. Están simplemente con una sonrisa en la cara
o una cara de preocupación y obviamente no tener ni idea de ninguna
de las tensiones que sufren los hombres de la novela ya que como dice
explícitamente las mujeres son seres simples. Lo sé, una crítica
ideológica no tiene porque negar la calidad de una obra que se
sostiene por su estilo y por su valor estético, y de verdad, soy la
primera en aceptarlo, pero también en decirlo simplemente ni que sea
por las molestias causadas en mi persona, por estúpida que pueda
parecer la queja.
Ignorando el tema anterior supongo que debería hablaros un poco de
los personajes. Aunque creo que ya lo he hecho hablando de lo que
sucede porque como decía antes la novela se basa sobre todo en los
personajes y sus conflictos, pero a riesgo de repetirme dejadme
continuar. En este caso si alguien marca toda la novela y fascina
tanto al protagonista como al lector es la figura de Sensei, pero me
parece muy interesante como en la larga carta del final se nos
permite conocer y se des-idealiza su figura. Digo esto porque en
muchas ocasiones he visto el mismo tipo de relaciones donde el
protagonista se siente cautivado por una figura ajena y que idealiza
tanto la figura que no da la oportunidad de que sepamos nada del otro
por ese tipo de atmósfera en la que se ve envuelto el personaje y
que hace que sólo lo veamos como fascinante. En este caso, tanto en
la carta, como en parte quizás en un narrador que es un poco más
crítico con la figura que admira de lo que es lo habitual, por la
diferencia generacional quizás y por lo que representa el personaje
hacen que conozcamos bastante a Sensei. También os debería decir
que creo que os podéis hacer un favor y no leer la introducción
antes de leer el libro, al menos si tenéis la misma edición que yo.
Lo digo porque creo que vale la pena descubrir el pasado del sensei
sin que te lo cuenten. No es que sea el gran misterio, pero de verdad
saberlo antes de leer puede centrarte la lectura e ir preparado
haciendo una lectura bastante activa (leyendo entre líneas y
anticipando lo que ya sabes), pero creo que como experiencia puede
ser bastante más gratificante para el lector no saberlo. Aun así
también es verdad que esto depende mucho de cada lector.
El narrador es un yo, y aunque la falta de nombre puede ser relevante
creo que precisamente esta idea de que es un yo es relevante para
todo lo que he explicado, pero a la vez, aunque personal y marcando
un punto de vista claro al mismo tiempo es curioso por no ser un
individuo en el que se centre por completo la novela pero a la vez la
forma de designación y el contexto da importancia a la idea, por lo
menos para mi, del individuo y del egoísmo.
Resumiendo, lo cierto es que haciendo esta reseña me he dado cuenta de que Kokoro me ha gustado más de lo que creía. Reconozco que el estilo y yo no hemos acabado de encajar del todo pero a la vez soy capaz de reconocer el mérito y además, volviendo a los personajes creo que me han interesado más de lo que pensaba en un principio. En cualquier caso os recomiendo que leáis el libro si os gustan las historias que se basan más en los personajes que en contar algo.
Lo mejor: personajes, los conflictos que
tienen entre ellos.
Lo peor: que no haya terminado de gustarme
tanto como esperaba, el estilo (aunque como digo le veo también la
gracia, todo muy contradictorio, como siempre)…
Hasta aquí mi aburrimiento.